viernes, 18 de diciembre de 2009

Posiblilidades de acceso a las NTICs

En la actualidad, es frecuente creer que Internet, los videojuegos y las tecnologías móviles de comunicación presentan al mismo tiempo oportunidades y peligros para los jóvenes.
Si bien la mayoría de las escuelas han permanecido inalteradas tras la llegada de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, no puede afirmarse lo mismo respecto de la vida de los niños fuera de la escuela. Muy por el contrario, hoy la infancia se encuentra atravesada y está, incluso, definida por los medios modernos de comunicación, así como por la inmensa variedad de mercancías vinculadas a ellos que constituyen la cultura contemporánea del consumo.
Sin embargo, como señala David Buckingham en su capítulo “¿Infancias digitales?” del libro “Más allá de la tecnología”, en varios estudios recientes se señala que la mayor parte del uso cotidiano de Internet por parte de los niños no se caracteriza por formas espectaculares de innovación y creatividad, sino por formas relativamente superficiales de recuperación de información. Lo que la mayoría de los niños hace en Internet es visitar sitios Web, bajar música y películas, enviar mensajes de correo electrónico o chatear con amigos.
Es posible que los jóvenes tengan más poder como consumidores, al menos en el sentido de que tienen acceso más fácil a una variedad de bienes y servicios mucho más amplia, pero hasta el momento, son escasos los sentidos en los que se están viendo potenciados como ciudadanos, muy pocos usan la tecnología para tener participación cívica, para comunicar su opiniones a un público más vasto o para dedicarse a la actividad política.
Por su parte, el discurso de la “generación digital” no representa una descripción de lo que en realidad son los niños o los jóvenes, sino un conjunto de mandamientos acerca de lo que deberían ser o en qué deberían convertirse. En alguna medida describe a una minoría de jóvenes que usan en forma activa esta tecnología con diversos fines, no obstante, es muy probable que la mayoría de esas personas sean “los sospechosos de siempre”, que ya son los más privilegiados en otros campos de sus vidas y cuyo uso de la tecnología se encuentra respaldado por su acceso a otras formas de capital social y cultural.
Sabemos que, buena parte de esta tecnología está dirigida especialmente a los niños y los jóvenes, quienes se han convertido en un nicho de mercado cada vez más importante. De esta manera, la demanda de estas ofertas digitales ha sido mucho más elevada en los hogares con niños que en aquellos donde no hay población infantil.
Las tecnologías digitales representan una adición relativamente reciente a este entorno “saturado de medios” pero distan mucho de estar al alcance de todos los jóvenes. Sería oportuno preguntarse qué sucede con aquellos niños marginados que ni siquiera tienen acceso a la escuela y sus necesidades básicas están insatisfechas. ¿Todos los niños y jóvenes acceden con las mismas oportunidades a lo que ofrece el mercado tecnológico? ¿Se incrementa la brecha socio cultural con el avance tecnológico entre los niños de familias de clase media y acomodadas y los niños de familias pobres y marginadas?
La respuesta es obvia, y las soluciones al problema son diversas, por un lado están los que bregan por acercar a todos a los beneficios de la era tecnológica, con esfuerzos particulares, algunas políticas públicas preocupadas por el tema, etc. y están, también, los que sólo se preocupan porque este negocio marche y reditúe en proporciones que beneficien sólo a unos pocos, sin importarles demasiado el alcance masivo ni la garantía de acceso para la mayoría de los niños y jóvenes.
Las posibilidades que brinda la tecnología en lo que respecta a producción multimedia, que requiere software y hardware más modernos y de banda ancha, son en realidad bastante “inaccesibles” para todos, salvo para las clases medias acaudaladas y altas.
También es importante aclarar que además de las personas a quienes se les niega el acceso a estas tecnologías, también existen muchas que se rehúsan a usarlas o las rechazan por diversos motivos.
El mismo autor se pregunta: ¿cómo debería reaccionar la escuela ante esta nueva brecha digital?, y sostiene que es necesario que se tome conocimiento de la variedad y diversidad presentes respecto de las experiencias de los jóvenes con los medios y la tecnología en el ámbito extraescolar.
Asimismo, la escuela, necesita mejorar el acceso de los alumnos a la tecnología, usar software más interesante y brindar más oportunidades de que los estudiantes puedan aplicar los medios de maneras no predefinidas y creativas. No obstante, es demasiado simplista, dice Buckingham, sugerir que bastaría con que las escuelas imitaran o trataran de incorporar los usos “informales” de las tecnologías a su labor. Para él adoptar una postura puramente celebratoria respecto de las actividades de la generación digital puede desembocar en una actitud superficial que siga los dictados de la moda. Limitarse a jugar con los últimos aparatos tecnológicos o a reempaquetar contenidos educativos trillados con los aditamentos de la tecno-cultura, difícilmente redundará en un logro duradero.
Según Buckingham, la comercialización cada día más difundida de la cultura digital y la diversidad y la desigualdad de las experiencias de los jóvenes, implican los desafíos de mayor alcance para las escuelas, y sostiene que para tomar en serio la cultura digital de los jóvenes es indispensable adoptar un enfoque más riguroso y sin duda más crítico.
Cuando hablamos de acceso son muchas las variables que podemos considerar, existen diversas realidades económicas que posibilitan o inhabilitan el acceso a estos avances, pero también es cierto que el poder adquirir los equipos, por tener disponibilidad económica, no garantiza un acceso provechoso, ya que se ponen en juego otras cuestiones relacionadas con los intereses personales, el ser nativo o inmigrante digital, el que ese manejo tecnológico sea, o no, un requisito indispensable, por ejemplo, en el ámbito laboral, etc.
En el caso de la escuela sucede lo mismo, ya que el docente puede tener garantizado el espacio del gabinete de informática, con máquinas de última generación, pero el éxito del acceso a ellas está definitivamente puesto en una variedad de acciones que están ligadas directamente a la actividad del docente. Es necesario que éste tenga tiempo para planificar actividades y pensar estrategias para acceder a las máquinas, teniendo en cuenta de cuánto tiempo dispone, qué contenidos abordará, si serán específicamente temas curriculares o se trabajará con programas informáticos, cuál será el nivel de exigencia de la tarea, qué producto se obtendrá de ese trabajo en el laboratorio, etc.
Con respecto a los contenidos y a la forma de acceso a los programas, estos recursos se han vuelto más accesibles, ya que actualmente no son de exclusivo dominio de los expertos, debido a que los códigos no son tan específicos ni difíciles y la inclusión de la iconografía ha facilitado mucho el poder comprender el lenguaje de acceso que nos ofrecen las máquinas, aún no siendo un experto.
También es importante conocer que la lógica de acceso a la información no es lineal, como lo es cotidianamente en otras fuentes de información, y que el lenguaje informático ofrece otra lógica de acceso que se caracteriza por permitir la diversidad del mismo, con distintos recorridos y donde el camino lo elige el usuario a partir de las múltiples posibilidades de exploración que ofrece la tecnología.
Con respecto a ésto, podemos menciona que el trabajo de campo realizado en el Colegio Modelo Sara Eccleston, reveló que, si bien el gabinete cuenta con un número considerable de máquinas, al ser la cantidad de alumnos por sección de un promedio de 33, se trabaja en grupos de tres alumnos por máquina en un período de tiempo de cuarenta y cinco minutos, lo cual limita notablemente el acceso individual. No obstante ésto, por lo observado en algunas clases, los profesores tienen en cuenta esta situación considerando en sus planificaciones actividades que permitan el acceso de todos los alumnos a las máquinas. De esta manera, algunas actividades se desarrollan en más de una clase para que el tiempo se multiplique y todos puedan trabajar.
No es un dato menor recordar que dicha escuela es privada, que la población estudiantil que alberga posee un nivel socioeconómico alto y que, en su gran mayoría, los alumnos tienen conocimientos tecnológicos extraescolares mucho más elevados que los que se enseñan en la escuela. Además, en algunas ocasiones, disponen de dispositivos tecnológicos superiores a los que se utilizan en la ella, incluso algunos desconocidos por los docentes. Este punto, es uno de los aspectos más importantes a considerar por el docente, ya que, ante este alumnado debe contar con competencias suficientes para responder a las demandas de éste.
Baquero, Dickens y Frigerio en su libro: “Las nuevas tecnologías de la información y a comunicación” afirman que los niños actuales ya no aprenden como antes y que ahora el acceso al conocimiento no se localiza exclusivamente en un ámbito escolar o académico, sino que ocurre una explosión de los ámbitos de expresión de múltiples y variados conocimientos. Actualmente los niños atraviesan el período infantil con una gran vertiginosidad y así, encuentran una facilidad envidiable para dar cuenta de los nuevos desafíos tecnológicos, son parte de una infancia digital y comprenden con sencillez los nuevos artefactos tecnológicos. Niños que no necesitan leer un manual para aprender, interactúan digitalmente con soltura y sorprenden a los adultos descubriendo aquello que para éstos está vedado, convirtiéndose en nativos digitales.
La realidad es que los niños son nativos y la mayoría de los docentes inmigrantes digitales, el gran desafío está entonces en poder conciliar las diferencias y sacar provecho de la facilidad y los conocimientos de los alumnos, permitiendo que nos guíen en este camino que dominan mejor que muchos adultos, lo cual no implica que nuestra adultez y profesionalismo delegue el “dominio” de los procesos de enseñanza y aprendizaje que siguen estando en manos de los docentes.

Sitios relacionados:

http://es.wikipedia.org/wiki/TIC
http://www.w3c.es/divulgacion/guiasbreves/Accesibilidad
http://www.tawdis.net/

2 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo. Mientras lo leía pensaba en los niños y jóvenes que no tienen acceso a las TICs y la ampliación de la brecha digital teniendio en cuenta la calidad del acceso. Por otro lado, aparece el tremendo desafío para los docentes, se encuentran con grupos de jóvenes heterogéneos en cuanto al manejo de las TICs,muchas veces con mayor conocimiento en informática que ellos, y no disponen de un espacio institucional de planificación y formación conjunta que les permita resignificar su práctica en la sociedad de la información y la comunicación.
    Esta entrada deja abiertas varias cuestiones para seguir pensando, entre ellas ¿Qué puede brindar la escuela a los nativos digitales?

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  2. Me parecio un articulo interesante y me quede con la imagen que ponen al comenzar el articulo y pensaba en ese acceso del que se habla. un acceso digital, tecnologico en un lugar donde ni agua existe, y creo que es ahi donde la brecha se hace cada vez mas grande, ya que los puntos de partida de cada uno de esos alumnos que viven en el medio de la nada no es el mismo punto de partida de aquellos que se denominan como infancia hiperrealizada, aquellos que la necesidad materia no significa un obstaculo porque disponen de la ultima tecnologia. comparto con ustedes en que los accesos son distintos y las respuestas y soluciones son variadas y que sin lugar a dida existen diversas realidades economicas que marcan la brecha. Pero lo bueno esta en pensar soluciones, proyectar que las cosas pueden cambiar y que algun dia el acceso educativo y digital sea para todos. y creo que el dominio de los procesos de enseñanza y aprendizaje estan en las manos de todos, no solo del docente. creo que el alumno tiene en sus manos el poder de aprender y nosotros la manera de buscar formas para que asi sea. Noelia

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